Archivos diarios: agosto 13, 2012

Testimonio de la leader canadiense Claire Hayes

¡Les invitamos a leer el testimonio de Claire Hayes, leader canadiense que participó a la construcción del nuevo baño adaptado para Antonia!

Testimonio Claire Hayes

Antonia es una chica hermosa de 5 años. Ella se comunica a través de una mirada, un parpadeo o un pequeño movimiento de sus dedos. Vive con el Síndrome de Werdnig-Hoffmann; está sin el uso de la mayoría de sus músculos y confiada en una maquina para respirar.

Al conocer a la familia de Antonia durante el primer día de trabajo, nos dimos cuenta al instante lo que este proyecto significaba para todos. Sus padres, sus dos hermanos y su nodriza; todo el mundo estaba allí para presentarnos a esta niña increíble e iniciar los trabajos para construir un nuevo baño que facilitaría su cuidado.

Nosotros, en cambio, éramos 6 extranjeros de diferentes regiones de Canadá, con diferentes edades y procedencias. Para muchos era la primera vez que éramos voluntarios para Hábitat para la Humanidad, y para algunos, la primera vez que trabajábamos en un proyecto de construcción.

Cuando empecé a organizar el equipo, como líder estaba preocupada de tener algunos conflictos de personalidad, que no íbamos a divertirnos juntos y, sobre todo, que no teníamos la menor idea de lo donde nos estábamos metiendo al ir a un país donde no hablábamos el idioma.

Rápidamente me di cuenta que nuestro objetivo común superaba nuestras diferencias. Un saludo, un gesto, o un «¡NO!» riéndose del maestro, (¡sobre todo!) podría ser una comunicación efectiva cuando se trabajaba, y el camino hacia el corazón de alguien era con sopaipillas caseras.

Me acordaré mucho de la obra: la ayuda indispensable de los hermanos de Antonia, Martín y Jarold, la maravillosa comida cocinada todos los días; la linda dinámica entre nosotros, el maestro y el personal de Hábitat Chile; y la determinación a terminar tanto como sea posible.

Lamentablemente, la semana se terminó demasiado rápido y antes de que nos diéramos cuenta estábamos recogiendo las herramientas por última vez. Me hubiera gustado haber visto el proyecto terminado, pero estoy muy feliz con lo que logramos. Hemos alcanzado mucho en estos cortos cinco días- cuatro paredes, un techo nuevo y la instalación de la tubería principal. Había tanto amor, sudor y risa puestos en nuestro trabajo que no podría estar más orgullosa de nuestro equipo.

Aunque no habláramos el idioma, todo lo que teníamos que hacer era mirar el paisaje espectacular a nuestro alrededor, sentarnos a comer una comida especialmente hecha por la familia y compartir una sonrisa con Antonia que de repente todo se entiende: esta es la razón porque estamos aquí.

Gracias a la madre de Antonia, Paulina, por darnos la bienvenida en su casa con una gran sonrisa, a pesar de que traíamos tanto polvo cada vez que entrábamos. Su familia y ella se merecen lo mejor y estamos muy contentos de haber tenido la oportunidad de ayudar de alguna manera. Gracias también al personal en Chile por todo su trabajo y orientación haciendo de nuestra semana, una experiencia que nunca olvidaremos.

¡Espero tanto poder regresar a Chile!